A Ricardo, a su memoria.

Canto A Mí Mismo

A María Del Carmen Suárez.

-la hermana que Dionisos
me dio y fue promesa suya-


Me celebro y me canto a mí mismo cuando
la muerte me busca ya desde el pasado
para esparcir mis huesos hacia los broncos
vientos del futuro y entregado a mi Dios, oh Dionisos,
me celebre y le cante a los huesos y las cenizas que llevarán
las lluvias del estío hacia el dios Paraná que es nuestro río.

Nada rescataría el acto de haber nacido demasiado tarde para
los dioses y temprano para el “ser” que yo estoy siendo
esto que estoy soñando:

Estoy desnudo ahora. Desnudo soy solo carne y cuerpo…
Finitud y hambre de eternidad y celo eterno.

No otra cosa soy y no me moriré en Paris con aguacero
pues ya nada recuerdo y en esta “nada” un sol se abre para
mí como amapola del cuerpo tuyo aquel al que yo
consagré la eternidad de todo devenir y todo tiempo
que es sólo fábula para que con mis carnes aun en primavera
coronadas y olvidadas del canto que a mis húmeros
dispersos en el viento por los grises caminos
que la vida lanzó como áurea estela te saciaras el hambre
de dios y amante- que los rayos de luna- nunca jamás
tejidos por la araña de la repetición eterna hacia aquel renacer
del áureo beso que hacen uno del otro al mismo tiempo.

Todo permite entonces que a mí mismo me cante
y celebre al espectro que soy y al fuego que aún arde
en mis tobillos, al pabilo que alumbra tus bellos genitales
oh dios que todo lo procreas, aún la nada, esta que ahora soy
y auque me cante y me solace en esta soledad
- la séptima del día- dejarás en mi vientre
tu semilla de luz y la simiente del verbo donde engendré
la nada deste amor tan estéril como la vida misma
con que ahora corono mi camino, este canto a mí mismo,
este poema, mientras grises cenizas y húmeros macizos
se dispersan en el finito cetro de tu reino.

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Acerca del autor

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Biobibliografía

Infancia de pueblo (Loreto) entre inmensos y salvajes esteros , llanurales, lagunares de aguas dulces y calmas, allí donde se escribió la historia de la Corrientes histórica. Juventud afiebrada de los años sesenta en la Ciudad Capital de la Provincia. Desde los diez y ocho años, crítico de cine del Diario El Litoral. A los veintiún años Director y Fundador de la Revista Literaria "Signos" y luego ya Director del Suplemento Literario del Diario Época. En 1977 publica su primer libro considerado como un libro de madurez: "Senderos en el Bosque" (Torres Agüero Editor ) . Su formación estrictamente autododidacta, se nutre tanto de las grandes corrientes del pensamiento especulativo Occidental como Oriental, como de las estéticas de todos los tiempos. Aunque se lo consideró surrealista, esotérico, barróco, neo-romántico, haciendo una evaluación de su extensa obra poética y ensayística, habría que decir, con Horacio Armani, que su experiencia ha sido y es una experiencia solitaria, dentro del panorama de la poesía argentina de la últimas décadas. Según Abel Posse su voz alcanza las cimas de Lugones y del Neruda de "Las Alturas del Machu Pichu". Ha sido traducido al Francés, Inglés, Alemán, Portugués, Italiano, Indhi, Guaraní, Catalán y Gallego, e integra numerosas Antologías de Poesía editadas dentro y fuera del país.